Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Macabeos 3, 25-32

25 Pues se les apareció un caballo montado por un jinete terrible y
guarnecido con riquísimo arnés; lanzándose con ímpetu levantó contra
Heliodoro sus patas delanteras. El que lo montaba aparecía con una
armadura de oro.

26 Se le aparecieron además otros dos jóvenes de notable vigor,
espléndida belleza y magníficos vestidos que colocándose a ambos lados, le
azotaban sin cesar, moliéndolo a golpes.

27 Al caer de pronto a tierra, rodeado de densa oscuridad, lo
recogieron y lo pusieron en una litera;

28 al mismo que poco antes, con numeroso séquito y con toda su
guardia, había entrado en el mencionado Tesoro, lo llevaban ahora incapaz
de valerse por sí mismo, reconociendo todos claramente la soberanía de
Dios.

29 Mientras él yacía mudo y privado de toda esperanza de salvación,
a causa del poder divino,

30 otros bendecían al Señor que había glorificado maravillosamente
su propio Lugar; y el Templo, lleno poco antes de miedo y turbación,
rebosaba de gozo y alegría después de la manifestación del
Señor
Todopoderoso.

31 Pronto algunos de los acompañantes de Heliodoro, instaban a
Onías que invocara al Altísimo para que diese la gracia de vivir a aquel que
yacía ya en su último suspiro.

32 Temiendo el sumo sacerdote que acaso el rey sospechara que los
judíos hubieran perpetrado alguna fechoría contra Heliodoro, ofreció un
sacrificio por la salud de aquel hombre.